sábado, 31 de julio de 2010

No es lo primero que escribo borracha

Mi paisaje son dos cervezas
entrelazadas por cigarrillos.
Mi amor en larga espera,
un cendero escondido.

Las dos mueren en mi boca,
se desvanecen en mis sentidos
lavando mis experiencias
en baños fríos de olvido...

Mi paisaje no son las rosas, son las espinas.
Son la espera de un no resentido.
El olvido de uno derramado.

Cuando en brazos de tolerancia
fallecen mis latidos.
Cuando el respirar de una noche estrellada
ensordece mis oídos.

Cuando la luna me hace su cortezana...
aquí te espero callada.
Guardándote mis gemidos, mis deseos
en mi cofre de delirio...

Esperandote en ese rincón;
imploro con mi mano,
un regreso sin adiós.