Tengo mis pensamientos muy bien ramificados.
Entre excelentes, medianos, buenos o malos.
Según ellos carentes de léxicos;
Seres amórficos que orbitan en mi cabeza
luchando en duelos de vida a muerte.
En mi cabeza hay una mesa,
encima de un aguacate.
Y la antorcha lleva al atleta;
Las casas viven en mujeres gigantes.
No quiero escuchar sobre lo correcto
No pienso admitir que hay algo malo.
Son limitantes a mi expresión que no es arte;
Son solo simples disparates.
Son el detonante de un ojo curioso.
La oscuridad reflejada por nubes en pleno día.
La experiencia mística entre vivir y dormitar.
La espiritualidad destruida sintetizandose;
En áreas vacías de libretas o servilletas.
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